miércoles, 26 de noviembre de 2008

Miércoles.


Heme aquí de nuevo, sentado frente a la misma computadora, lidiando con el mismo trabajo, y aunque desde muchas perspectivas, el trabajo que desarrollo es algo muy agradable, existe un perpetuo sentimiento de limitación, al verme situado en un contexto de esclavitud momentánea del tiempo, que si bien es cierto todos deberíamos de emplearlo para producir, el escapismo diario que adopte como vida se da en una menor medida; no quiero traducir mal mis pensamientos, es bueno producir, de hecho es tan bueno que te permite realizar tus tareas intangibles; pero ¿llegará el día que mis horas sean mías?, en donde los momentos de ocio en el templo del ajusco, sean de nuevo ese motor de crecimiento espiritual que invade la materia como una enorme ola de mar, para convertirse en ideas, canciones, conversaciones, diseños, palabras, melodías, comunión. Es improbable el metodo o camino para lograr el equilibrio material, ¿Estaré dispuesto a continuar en el sendero?, o simplemente como la mayoría debo admitir que la realidad es tan dura para algunos que no tenemos opción a emplear nuestro tiempo en cielos profundos. Ya lo dijo el viejo y conocido refrán: No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Bill Bernbach

Hijo de un diseñador de ropa, desde chico le interesó el arte y la poesía.
Fue educado en colegios públicos, y obtuvo un título de grado como Bachiller en Inglés.
Comenzó trabajando en la Oficina Postal de la Destilería Schenley ganando $16 por semana. Sus tiempos libres los ocupaba creando conceptos publicitarios para Schenley. Hasta que envió un trabajo a "Llord & Thomas", agencia de publicidad que trabajaba con su empresa, pero no recibió respuesta. Un día abre el periódico New York Times y ve su concepto ejecutado en una publicidad, velozmente reclamó su propiedad, a lo que respondieron subiéndole el salario y trasfiriéndolo al departamento de marketing y publicidad de Destilería Schenley.
Quién notó la capacidad de Bernbach en este momento fue Grover Whalen, presidente del Consejo, y de quien durante los siguientes dos años se convirtió en su mano derecha, a cargo de la escritura de todos los discursos del político. En 1939 se fue a trabajar con Whalen a la Feria Mundial celebrada en New York.

Luego que se desvaneciera la organización de la Feria, se acercó a Bill Weintraub quien le dió una posición como redactor en su agencia, donde trabajó en conjunto con Paul Rand, un artista con el que Bernbach ya había colaborado en numerosos libros. En este trabajo mutuo fue donde descubrió que se trabajaba mejor la idea en equipo: el redactor y arte, que de modo separado. El esfuerzo conjunto era más productivo y poderoso si se integraba el trabajo.

Al finalizar los servicios en la armada de los Estados Unidos para la Segunda Guerra Mundial, comenzó a trabajar en la Agencia Grey Advertising, donde en sólo cuatro años, paso de ser un redactor a un jefe de redacción y luego, a director creativo.

Fue ahí donde conoció a Ned Doyle y en búsqueda de un contexto basado en la creatividad, Doyle, Bernbach junto con Dane crearon la agencia DDB en el año 1949, la cual presidió hasta su muerte en 1982.



POP


Para los amantes de la academia y fabiola,
para los fans de Carlos peña,
para los que disfrutan de tan grandiosas obras de arte,
les recomiendo esta canción.